Ma’ Monserrate González - Obatero

                                        



SIGLO XIX - Ma’ Montserrate González

Fundadora de una rama que aparecerá con su nombre de Osha: OBATA OBATERO

África, siglo XIX  – RIP.  Matanzas, 1942.

Orisha: Shango

Nonmbre de osha: Obatá Obatero

Otros datos: Famosa santera de Matanzas que tuvo el cabildo “Ma’ Montserrate y Filomena.” Tuvo muchos ahijados Oní Shangó. En 1942 era una viejecita, muriendo poco después.

Entre los ahijados que tuvo, aparecen: 

Arabia Oviedo (Shangó Bi – siglo XIX)

Fermina Gómez (Osha Bí – siglo XIX)

Micaela Vila (Shangó con oro para Aggayú), nieta

Fuente: Libro de Los Alagbas



De las 3 Olorisas, las leyendas que rodean la vida y las actividades de Obá Tero en Matanzas, representan la fuente más rica de información. Con toda probabilidad, Obá Tero era la más vieja de las 3, aunque es imposible saber exactamente cuándo nació. Muchos especulan que ella estaba bien pasada de los 100 años cuando murió y todos están de acuerdo que su muerte fue por causas naturales y vejez. Es altamente probable que Obá Tero fuera de la región Egbado de Yorubaland y fue traída a Cuba como esclava. Los descendientes convienen que su nombre Yorùbá de nacimiento era Apóto y que Obá Tero – “El rey tiene gran calma” – era el nombre que le dieron cuando ella fue ordenada en su Egbado nativo a Sangó, el Orisa del trueno, el patrón de Oyó y posiblemente uno de los reyes del imperio.

Según la tradición oral, Obá Tero llegó a Cuba alrededor de los mediados del siglo XVIII, posiblemente entre los 1840s o los 1850s. Debido a los esfuerzos de Gran Bretaña de terminar con el comercio trasatlántico de esclavos, ella pudo haber sido pasada de contrabando a la isla en una de las muchas naves esclavistas clandestinas que transportaron esclavos Africanos ilegalmente en esa época. De ser así su experiencia habría sido similar a la de Soledad Crespo, una conocida Sacerdotisa Lukumí de Obatalá que viajó a Cuba vía Sierra Leona y fue pasada de contrabando a la isla, probablemente ocultada dentro de un barril. Nada se sabe sobre los años iniciales de Obá Tero en la isla. La mayoría de los informadores acentuaron que ella había sido una esclava en una plantación de azúcar, sin nombre, posiblemente en la provincia de La Habana, aunque una fuente insistió que Obá Tero había sido llevada directamente a Matanzas y no a la Habana. La dureza de la vida de la plantación pudo haber sido una razón por la que ella era renuente a hablar sobre los primero años de su vida en Cuba con sus descendientes. O, si ella lo discutió, pudo haber sido considerada como irrelevante por sus descendientes y cualquier detalle que se pudiera haber sabido, ha sido largamente olvidado. 

Aunque los detalles de la vida de Obá Tero bajo esclavitud hayan caducado de la conciencia de sus descendientes religiosos, el orgullo que toman sobre su lugar de nacimiento es extremadamente fuerte. Es aceptado universalmente que Obá Tero nació en Egbado. En Matanzas, donde su herencia conserva mucha de su pureza original, el linaje y sus tradiciones fueron continuadas por la heredera religiosa inmediata de Obá Tero Fermina Gómez (Oshabí) hasta 1950, y desde entonces por los descendientes de Oshabí. Incluso hoy, cuando los miembros del linaje discuten cuestiones referentes a la autenticidad religiosa y los acoplamientos del grupo a África, estos continúan siendo fuente de muchas calurosas discusiones y acentúan que son Lukumí Egbado y que Obá Tero fue llevada de Egguadó (Egbado). Esta contención es apoyada por la existencia, dentro del ilé osha de Obá Tero, de los Orisas que se consideran tener origen Egbado. 

Aunque Yemojá es el Orisa que se liga lo más de cerca posible al Egbado, los 2 Orisa que en Cuba son los más comúnmente posible asociados con Egbado son Oduduwá, el progenitor de la gente del Yorùbá y Olokún, el Orisa Yorùbá del océano. Mientras que estas Deidades se conocen en muchas áreas de Yorubaland y no exclusivamente en Egbado, la mayoría de los Olorisas en la isla las consideran de origen de Egbado, posiblemente porque fueron introducidos por los Egbado. Indudablemente, estos Orisa eran de gran importancia en el Egbado del siglo XIX. En su revisión de documentos primarios escritos por europeos que vivían en Yorubaland en el siglo XIX, Peter McKenzie indicó que en 1846: “Vieron que todos los ciudadanos de Ado [una ciudad de Awori- Egbado] se dedicaban a uno o a otro de estos Orisá [Oduá, Obatalá, o Yewá]”. 

Tan fuerte es la asociación entre las 2 Deidades y este linaje religioso, que Obá Tero, la más conocida de entre un puñado de Iyalorisas Cubanas que poseía estos Orisas, sea a quién se le acredite la introducción de la adoración de Oduduwá y de Olokún a la isla. Y hasta alrededor 1950, a través de sus descendientes, el linaje de Obá Tero continuó siendo la fuente más importante para la adoración y la difusión de Olokún en la isla. Hay muchos artefactos culturales en la casa de Oshabí en la calle Salamanca en Matanzas, que fueron confiados a ella por Obá Tero a su muerte en 1907, que sirve como evidencia para apoyar los orígenes Egbado de Obá Tero. Entre éstos está el único juego de tambores Egbado que todavía existen en Cuba. Estos tambores fueron, con toda la probabilidad, hechos para Obá Tero en La Habana por el famoso Onilú (fabricante de tambores) Ño Filomeno García (Atandá), que también se cree que esculpió el primer juego de tambores Batá ortodoxos en Cuba. 

De muchas maneras, es irónico que los elementos de la vida de Obá Tero se puedan reconstruir a través de los instrumentos musicales que se prohibían tocar a las mujeres. Obá Tero probablemente había mandado a construir estos tambores cuando ella vivía en Guanabacoa, un suburbio de La Habana y la ciudad vecina de Regla, “La Cuna” Lukumí. Regla era un importante enclave Lukumí en la Cuba del siglo XIX y comienzos del XX. Muchas tradiciones Lukumí que sobrevivieron en Cuba vinieron a la isla a través del puerto de Regla. Durante principios del siglo XIX, la influencia Egbado parece haber sido fuerte allí. Fernando Ortiz reporta que una celebración a Olokún ocurría en Regla anualmente el 6 de enero, junto a la celebración católica del día de Reyes. Los tambores de Egbado, según Ortiz, eran tocados por músicos Egguado que: “Sabían los golpes y los ritmos”. Eventualmente, dice Ortiz, cuando estos músicos fueron muriendo, no había nadie que supiera tocar los tambores Egbado para substituirlos. A medida que el tiempo pasó, las tradiciones de Oyó eclipsaron las de Egbado y los tambores del Batá de Oyó se convirtieron en el instrumento musical dominante. 

Obá Tero probablemente adquirió su libertad a finales de los 1860s, después de lo cual ella fue para La Habana, dejando detrás la plantación y los recuerdos de su sistema de trabajo inhumano. La ciudad ofreció a ex-esclavos muchas posibilidades en términos de empleo y supervivencia. Ortiz data la presencia de Obá Tero en La Habana a los comienzos de 1870s, cuando ella y su marido Ño Julio dirigieron un cabildo en Guanabacoa. Alrededor de este tiempo, Ño Julio puso en servicio un sistema de tambores Batá para el cabildo de los constructores de tambores famosos de La Habana Ño Juan "EL Cojo" (Añabí) y Ño Filomeno García (Atandá). Ortiz ha demostrado claramente que Ño Julio y su esposa dirigieron el cabildo. Aunque Ño Julio era importante en la asociación, la Olorisa principal en el cabildo era su esposa, a que la tradición oral dice era Ma Monserrate González – Obá Tero. 

En el último trimestre del siglo XIX, Obá Tero vivía en la calle Dahoiz en el barrio Alturas de Simpson, en la ciudad de Matanzas, un lugar que muchos Olorisa consideraban el corazón de África de Matanzas. Cuando Julio y Monserrate cerraron su cabildo en Guanabacoa y salieron para Matanzas, tomaron con ellos los tambores Egbado y el juego de tambores Batá que Añabí y Atandá habían construido. El misterio rodea el viaje de los tambores y una anécdota mantiene que después de la muerte de Julio, el sistema de tambores Batá desapareció sin rastro. El misterio se complica por el testimonio de los descendientes religiosos de Obá Tero, que parecen no saber qué pasó con ellos. Algunos incluso disputan o niegan su papel de haber llevado los tambores Batá a Matanzas. Pero, incuestionablemente, los tambores Batá aparecieron en Matanzas. Hay evidencia documentada que establece el uso de los tambores Batá en una celebración que ocurrió en el Cabildo Santa Bárbara el 4 de diciembre de 1873:  “Un inspector de la ciudad de San Francisco informó al gobernador civil la ciudad de Matanzas sobre un incidente significativo en el Cabildo Lucumí Santa Bárbara, situado en la calle de Manzaneda, en la esquina de Velarde, donde Ño Remigio Herrera Addéchina [Adeshina] tocó 3 tambores extraños que él llamaba Batá, en las celebraciones del 3 de diciembre ”. 

El tamborero y el Babalawo Adeshina fue probablemente el enlace con el cual Obá Tero fue a residir en Matanzas. El nativo de Oyó Ño Remigio Herrera, mejor conocido por su nombre Lukumí, Adeshina, fue posiblemente uno de los primeros Babalawo traídos a Cuba. Adeshina llega a Cuba a través de Matanzas, probablemente a finales de los 1820s y fue a trabajar como esclavo en un molino de azúcar en esa provincia. La tradición dice que tan pronto llegó al molino, fue reconocido como un importante Sacerdote por un grupo compañeros Lukumí que habían adquirido su libertad antes de su llegada. Los compatriotas de Adeshina reunieron sus recursos y reunieron bastante dinero para comprar su libertad. Como la mayoría de los africanos liberados, Adeshina buscó la ciudad, en este caso Matanzas, y específicamente el barrio de Simpson. No mucho después de adquirir su libertad, Adeshina estableció el Cabildo Lucumí Santa Bárbara en la calle de 175 Dahoiz, en la esquina de la calle Manzaneda, donde comenzó a practicar como Babalawo. Adeshina tenía obvios lazos a Matanzas puesto que era su punto de entrada a la isla, pero probablemente mudó desde esa ciudad (o estaba por lo menos en el proceso de hacerlo) a La Habana alrededor de 1866, el mismo año en que estableció el Cabildo Yemayá en Regla, que es confirmado al comisionar los tambores para este cabildo en 1866. Según los documentos de archivo, antes de 1872, Adeshina se estableció en Regla en una casa en la calle de 23 San Ciprián. La casa estaba valorada en 1.800 pesetas españolas. Él todavía vivía en Regla en 1881, aunque para entonces se había trasladado a la calle de 31 San Ciprián, donde vivió con su esposa Francisca Buzlet, su hijastra de 21 años, Eugenia Lausevio, su hija Norma Josefa, mejor conocida como "Pepa", de 17 años, y su hijo Teodoro de 15. 

Por qué, entonces, encontramos Adeshina de regreso en Matanzas tocando los tambores Batá en 1873, cuando para ese punto él había establecido ya su residencia en Regla? Aunque es posible que él viviera en ambas ciudades y viajara de una a otra, esto parece inverosímil, en vista de su cabalgante edad y del período histórico en cuestión. Más probablemente, Adeshina, ya bien conocido en Simpson, hizo un viaje a Matanzas para acompañar a Obá Tero y los tambores que serían utilizados en su cabildo, así como para introducir a la Sacerdotisa y los tambores del Batá a la comunidad de Orisa. Ortiz ha establecido que el uso de los tambores Batá en Cuba se originó en La Habana, en la ciudad de Regla, en donde los tambores fueron hechos. Y según expedientes de archivo de Matanzas, hasta 1873 tales tambores no eran conocidos en esa ciudad. Por otra parte, la tradición oral de los tamboreros Batá mantiene que fue Adeshina el que entrenó a las primeras generaciones de tamboreros Batá en esa ciudad. Entonces, Adeshina fue la conexión más probable a través de la cual Obá Tero vino residir en Matanzas. Para el momento en que Obá Tero se mudó a Matanzas, los 2 habían establecido una cercana y confiable relación. Según todas las fuentes, eran aliados inseparables. Tanto confiaba Adeshina en Obá Tero que permitió que ella ordenara a su hija Pepa (Eshubí) como Sacerdotisa de Elegbá, el Orisa del destino y las encrucijadas. Lo más probable es que Adeshina fuera quien ayudó a Obá Tero a establecer el contacto con los Lukumí de Matanzas. El cabildo que Obá Tero dirigió en Simpson era el mismo Cabildo Lucumí Santa Bárbara que Adeshina había establecido originalmente allí después de su emancipación. El rápido crecimiento de la reputación de Obá Tero como Sacerdotisa, fue grandemente ayudado por la afirmación de Adeshina de su estatus. Muchos en Simpson también continuaron asociando el cabildo a Adeshina y lo consideraban su residencia en Matanzas. 

El movimiento de Obá Tero a Matanzas se pudo haber propulsado por una serie de escaramuzas competitivas entre los Olorisa de Lukumí de La Habana en la segunda mitad del siglo XIX. En lo que se denomina como La División de la Habana, se dice que cierta fricción surgió en La Habana entre Obá Tero y una Sacerdotisa de Oyó de otro Ilé Osha de La Habana, la distinguida Latuán. Durante este período, los pocos cabildos Lukumí que existían en La Habana eran dirigidos sobre todo por Iyalorisa emancipadas, posiblemente de origen Egbado, quienes representaban a los primero Yorùbá traídos a Cuba a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. En África, las mujeres habían desempeñado un papel instrumental en el ritual religioso Lukumí/ Yorùbá; en el palacio de Oyó, por ejemplo, 8 Iyalorisa, con títulos de Dama, se dedicaban a atender los deberes religiosos y las necesidades del Alafín . Por los 1860s, estas Iyalorisa, que habían sido transportadas como esclavas a Cuba, manejaban mucho poder en la comunidad Lukumí y no hacían esfuerzo alguno de ocultarlo. La Regla de Osha Lukumí que se estableció en la isla, está endeudado a la persistencia, a la rigidez y a la robustez de estas mujeres.




Fuente: The División of Havana por Miguel W. Ramos.

7 comentarios:

  1. Ma’ Montserrat González - Obatá Obatero

    Hija de Shangó, también perteneciente a la rama de los egbados. Su linaje de acento en Matanzas. Era la propietaria de los orishás egbados tales como: Olokún, Bromu, Oduduwá, entre otros.
    LLega a cuba aprox. 1850. Ella junto a Timotea Albear (latuan) y Rosalia Abreu (efushe warikondo) fueron las responsables de nuestra religión hoy en dia.

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    1. Dime. Ke tanto sabes de la vida de timotea haaa porke nada de lo ke as publicado de ella lo conosco

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  2. HENRY AGUILAR IWORO OMO OBATALA AYAGUNA BABA ALA IKU OBI ::::_-:-bien bueno tener conosimiento y dejar eso mamaguevos padrino q profanan la religion > sabiendo q el gallo trata de sacarle los ojpos al pollon< q engañan a los aleyos e iyawo haciendo mierda!!!!!!!!!

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  3. PERDONEN MI EXPRECION PERO HAY OTROS Q ESTAN EJECUTANDO SANTERO BABALAWOS ETC POR Q LO EESTAFAN "SABIENDO Q EL OWO PIPOL SE PUEDE USAR PARA OTRA COSAS EN LA VIDA ; PERO TAMBIEN EXISTE EL FANATISMO Y EL NIOFITO > POR ESOS ES Q CUANDO SALE UN TONTO RIENDOSE LE CAEN A PIEDRA /SIEMPRE SALE UN WUEWON A LA PISTA EL Q LOM AGARRE ES DEL ASI LO HACEN BABALAWOS PADRINOS ORIATES

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  4. HENRY AGUILAR IWORO OMO OBATALA AYAGUNA BABA ALA IKU OBI ::::_-:-bien bueno tener conosimiento y dejar eso mamaguevos padrino q profanan la religion > sabiendo q el gallo trata de sacarle los ojpos al pollon< q engañan a los aleyos e iyawo haciendo mierda!!!!!!!!!

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  5. eduardo izarra omo shango obbatero awo orumila oshe tura excelente informacion

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