Las Mujeres han desempeñado siempre un papel giratorio en la Religión Lukumí.
Según la tradición oral Lukumí, fundamentales para la preservación de la Religión Lukumí en Cuba, estaban 3 Sacerdotisas (iyalorishas): Má Monserrate ‘‘Apóto’’ González (Obá Tero) y Ñá Rosalía Abreú (Efunshé Warikondó), de las cuales se cree que eran de la región de Egbado de Yorubaland; y Timotea Albear (Ajayí Lewú, pero mejor conocida como Latuán), de quien se cree que era natural de Oyó.
Dentro de la comunidad Orisha Lukumí, estas 3 mujeres fueron altamente estimadas y respetadas por su posición dentro de la jerarquía religiosa y por el conocimiento que poseyeron. De las 3, solamente Latuán tiene descendientes de sangre vivos e identificables.
Sin embargo, las 3 son bien recordadas por sus descendientes religiosos en Cuba y el exterior, quienes mantienen vivos muchos aspectos de su historia y la preservación de ritos religiosos o tradiciones específicas que se observan según el linaje religioso.
Una de las historias tradicionales que se tienen más presente en los practicantes de Orisha de hoy es el del conflicto territorial conocido por muchos como La División de la Habana, que resultó en la división de la jurisdicción religiosa para la isla entre Obá Tero y Latuán. Involuntarias, pero importantes, las consecuencias de este choque fueron la expansión de la ceremonia de ordenación Habana – céntrica Oyo-Lukumí hacia Matanzas y la reconciliación del Arará y el Lukumí, 2 Etnias Africanas del oeste relacionadas, de las cuales sus ya deterioradas relaciones, se deterioraron más como resultado directo del comercio esclavista.
Fuente: The División of Havana por Miguel W. Ramos.
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