Latuán (Timotea Albear)

Latuán, Sacerdotisa de Sangó en Oyó, llegó a Cuba en 1863. Sus descendientes aseguran que ella entró en la isla por Matanzas y basados en la fecha, ella probablemente entró de forma clandestina. No está claro si Latuán trabajó en alguna de las plantaciones en la provincia de Matanzas por algún período de tiempo. Se sabe, sin embargo, que eventualmente ella y su marido Evaristo Albear, un Congo, trabajaron como esclavos domésticos en el hogar del coronel Francisco Albear y Lara, un ingeniero militar, famoso por construir un acueducto nuevo para proveer de agua a la entonces creciente población de La Habana, un proyecto que duró a partir la 1858 a 1893. 

Se cree que Latuán y Evaristo se conocieron en la nave esclavista que los trajo al nuevo Mundo, pero sus descendientes insisten que se conocieron y se casaron en África. Puesto que comparten el apellido de Albear, es altamente probable que en un cierto punto fueran "propiedad" del coronel y no solo sus empleados. No obstante, sus nietos reclaman que Latuán era esclava, sino un emancipada e insisten que el coronel Albear, fue forzado por la legislación para enseñarle a leer y a escribir y pagarle un sueldo por su trabajo. Dicen que bajo una serie de leyes que condujeron a la gradual abolición de la esclavitud, ella tuvo que trabajar como emancipada por un período de 10 años, después de lo cual le habrían dado la libertad.

Latuán al parecer era una esclava favorecida en el hogar de Albear, algo que sugiere el hecho de estar instruida, puesto que el hecho que existiera una ley que los amos debían instruir a sus esclavos, no significa necesariamente que estos la obedecieran. La ser instruida, le permitió a Latuán un alto grado de respecto entre sus contemporáneos, lo que reforzó más su jerarquía religiosa. Las fuentes orales indican que Latuán era una ávida lectora; después de su emancipación, sus parientes aseguran, que ella no se movería de su casa hasta que ella hubiese leído el periódico del día. Ella estaba muy orgullosa de este logro y se jactaba de ser: ‘‘una negra lukumí, pero yo sé las 4 reglas: Yo sé leer y escribir!’’ 

Latuán y Evaristo tuvieron 6 niños: Rosa, Isabel, Dominga, Martín, Eligio, y Herminio Severino. Su nieto Martín Zurria Albear, el hijo de Dominga y el más viejo de los parientes que sobreviven, recuerda que Latuán reunía a todos sus hijos y nietos alrededor de ella en el piso, para poder contarles historias de África y de los Orishas. En el Mundo religioso, los Lukumí de áreas tan lejanas como Santiago de Cuba viajarían a La Habana para solicitar sus servicios como Sacerdotisa y Obá Oriaté – Maestro de ceremonias – especialmente para los rituales de ordenación. Ella era muy conocida por sus profundos conocimientos de adivinación, rezos y cantos a los Orisa y compartió mucho de este conocimiento con sus descendientes y seguidores religiosos. A pesar de su naturaleza inflexible en materias religiosas, se le describía como una mujer muy apacible, de hablar suave y muy educada que trataba a todos con un profundo respeto. 

En algún momento de los 1870s, Latuán fue afiliada con un cabildo en La Habana, en donde ella eventualmente ejerció una influencia considerable en su capacidad de Obá Oriaté. El cabildo era conocido solamente por su dirección, San José 80, que estaba en la sección de Ataré de La Habana. Era considerada una casa con autoridad sobre del culto Lukumí y muchas poderosas Sacerdotisas de la época estaban asociados a este. En los siglos XIX y XX, Ataré era un enclave africano dentro de la ciudad de La Habana. El Cabildo San José 80 había sido fundado probablemente por la primera onda de Lukumí que vino residir en la ciudad a finales del siglo XVIII. Muchos de los fundadores del Cabildo son recordados en los rezos o los saludos que se recitan al inicio de la mayoría de los rituales. También se presume que en el Cabildo San José 80 Latuán conoció a Efunshé, la otra Sacerdotisa importante que estaría implicada en la subsiguiente lucha por el poder y territorio.

Fuente: The División of Havana por Miguel W. Ramos.

1 comentario:

  1. Porke hablan de ke los descendientes inciten haaaa kien incisión en ke escribieran cosas ke apenas saben yo kien les habla soy descendiente directo nieto de candelario sobrino nieto de martín albear bisnieto de dominga y tataranieto de timotea por favor mudan sus escrituras ok y no incistimos en ke era emancipada el documento to lo dice escriban bien la historia porfavor gracias

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